
Todo lo que rodea al mundo de la música es un negocio en el que cada una de las partes intenta sacar la mayor tajada, sin importar, en muchos casos, el producto que se ofrece al público, y esto se acrecenta en Televisión ya que es el principal medio de explotación y promoción de los artistas. Se lleva a cabo una degradación de la música e incluso, en nuestra opinión, de los propios cantantes, ya que realizan algo que ellos mismos consideran como negativo pero que en el fondo les reporta enormes beneficios. Solamente el coste que produciría ofrecer música en directo en todos los programas a los que acuden los artistas sería desorbitado. Existe una definición que consideramos perfecta para este fenómeno: “El Playback es el hecho de que el cantante hace ver que canta y el público hace ver que no se da cuenta", y esto trae consigo momentos tan penosos como que el cantante se ponga a cantar al lado de la gente, con la mirada estupefacta del público pensando “se creerá que no nos damos cuenta de que no canta...”, o ver al artista de turno haciendo como que canta y desgañitándose, mientras le van bajando la música poco a poco al final de la canción, haciéndose interminables esos segundos para el pobre cantante.
Para concluir nos gustaría decir que todos los artistas deberían cantar en directo en televisión, y si no existen los medios adecuados para hacerlo, pues que no lo hagan, aunque esta doctrina al venir impuesta por las discográficas es totalmente inviable, ya que tanto en la música como en cualquier otro negocio, el que paga manda, aunque sea a costa de los consumidores y del público.

Los de la foto son Milli Vanilli, el mayor caso de fraude musical de la historia de la música.
VICTOR
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